Lo primero que nos encontramos nada más salir del centro es una calle donde pasan coches y no hay un paso de cebra por donde cruzar de acera con más precaución.
Seguimos avanzando y llegamos a un parque donde el deterioro es considerable. Se necesitaría dinero público para renovar los columpios y demás mobiliario. Los niños incidieron en este aspecto bastante.
Justo enfrente se encuentra una colosal Casa de Cultura donde hacen varias actividades y cuenta con un buen número de aulas.
Pero, allí mismo, con mis alumnos alrededor mirando la gran fachada se me ocurre que, a pesar de ser tan grande, no dispone de una ludoteca infantil. Un lugar donde ir a menudo, abierta casi a diario, con atractivo diseño, llena de juegos y juguetes por doquier y que ofrezca actividades de distinto índole para varias edades. Mis compañeros están totalmente de acuerdo.
¡ Así pues, me pongo manos a la obra!
Al vivir en un pueblo pequeño, no hay demasiadas opciones para los niños y una ludoteca sería un espacio perfecto para ellos. Todo esto, por varias razones:
- Un día lluvioso, por ejemplo, no tienes un sitio apropiado para llevar a los niños y que se diviertan.
- Los niños se relacionan entre ellos fuera del aula y no sólo en el ámbito escolar.
- Pueden tener relación con niños de otras edades.
- Aprenden a compartir y respetar el material y a los compañeros.
- Además de divertirse, pueden aprender si se llevan a cabo distintos talleres, salidas, proyectos...
- Se fomentan valores como la amistad, la bondad, cooperación, el saber compartir...
Lo primero que hago es ponerme en contacto con el Ayuntamiento para ver si es factible la idea y pedir que se destine un aula para tal fin.
De vuelta al colegio, entre todos, debatimos qué necesitaría ese espacio para convertirse en ludoteca, qué elementos, rincones, juegos... debería tener.
Las ideas principales son:
- juegos de mesa
- rincón de lectura
- biblioteca
- rincón destinado a manualidades
- espacio dedicado a las nuevas tecnologías con una pantalla para ver películas, algunos ordenadores...
- mesas y sillas adecuadas al tamaño de los niños
- vistosa decoración
- y espacio para jugar y moverse con libertad
También opinaron que una ludoteca debería organizar excursiones y salidas los fines de semana.
Se les pide opinión a las familias mediante un cuestionario donde puedan expresar si están de acuerdo con la idea y donde puedan aportar algo más al proyecto en caso afirmativo.
Un tema que sale a relucir es la flexibilidad de horarios y destinar distintas franjas horarias para distintas edades. Una idea puede ser hacerlo por ciclos.
Claro está, el Ayuntamiento correría con los gastos de mobiliario, tecnología y parte del material pero todas las familias de los niños del pueblo podrían colaborar donando libros y juegos, elementos de decoración como alfombras, cojines... así, la ludoteca es de todos y para todos.
Os dejo un pequeño vídeo con fotografías reales del entorno donde se ubica el colegio. El resultado es ficticio. Espero que os guste:
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