A continuación, justifico y explico la transformación llevada a cabo:
Al vivir en un pueblo pequeño, no hay demasiadas opciones para los niños y una ludoteca sería un espacio perfecto para ellos. Todo esto, por varias razones:
- Un día lluvioso, por ejemplo, no tienes un sitio apropiado para llevar a los niños y que se diviertan.
- Los niños se relacionan entre ellos fuera del aula y no sólo en el ámbito escolar.
- Pueden tener relación con niños de otras edades.
- Aprenden a compartir y respetar el material y a los compañeros.
- Además de divertirse, pueden aprender si se llevan a cabo distintos talleres, salidas, proyectos...
- Se fomentan valores como la amistad, la bondad, cooperación, el saber compartir...
Lo primero que hago es ponerme en contacto con el Ayuntamiento para ver si es factible la idea y pedir que se destine un aula para tal fin.
De vuelta al colegio, entre todos, debatimos qué necesitaría ese espacio para convertirse en ludoteca, qué elementos, rincones, juegos... debería tener.
Las ideas principales son:
- juegos de mesa
- rincón de lectura
- biblioteca
- rincón destinado a manualidades
- espacio dedicado a las nuevas tecnologías con una pantalla para ver películas, algunos ordenadores...
- mesas y sillas adecuadas al tamaño de los niños
- vistosa decoración
- y espacio para jugar y moverse con libertad
También opinaron que una ludoteca debería organizar excursiones y salidas los fines de semana.
Se les pide opinión a las familias mediante un cuestionario donde puedan expresar si están de acuerdo con la idea y donde puedan aportar algo más al proyecto en caso afirmativo.
Un tema que sale a relucir es la flexibilidad de horarios y destinar distintas franjas horarias para distintas edades. Una idea puede ser hacerlo por ciclos.
Claro está, el Ayuntamiento correría con los gastos de mobiliario, tecnología y parte del material pero todas las familias de los niños del pueblo podrían colaborar donando libros y juegos, elementos de decoración como alfombras, cojines... así, la ludoteca es de todos y para todos.
Para la evaluación de dicho espacio (ficticio por ahora, pues no ha dado tiempo material a su realización) han intervenido varios agentes: los propios niños a los que va destinado el espacio nuevo, las familias y el equipo de gobierno.
También, para dicha evaluación, he utilizado dos tipos de herramientas: un debate y una rúbrica.
A continuación, explico las razones por las que he escogido dichas herramientas:
- Rúbrica: he elegido este método de evaluación porque, mediante él, es fácil recoger datos por escrito para su posterior valoración. Es fácil de entender porque vienen muy desglosas las cuestiones a valorar y la evaluación resulta rápida y sencilla.
- Debate: el debate es una forma más cercana, personal e informal para entender las opiniones de los participantes. En un ambiente más distendido, cada participante se siente relajado para exponer lo que le parezca bien. Nos conocemos todos y eso da más confianza también.
La evaluación se llevó a cabo de la siguiente manera:
En el colegio, se preparó un pequeño debate con los niños donde se recogieron las principales ideas acerca de la nueva ludoteca, se recogió lo que menos les gusta, si necesitaría algún cambio, si tenían alguna idea más, si añadirían algo, etc. Se citó a todo el colegio en el salón de actos, pues la ludoteca es para todos. Los alumnos se mostraron muy confiados y expresaron de manera muy natural sus ideas. Se recogieron ideas de los más pequeños a los mayores del centro.
Posteriormente, se citó a las familias y al equipo de gobierno de la localidad para otro debate y entrega de una rúbrica, donde recoger los datos oportunos.
Las familias colaboraron de forma adecuada, aportando pros y contras, prestando colaboración, respetando ideas, etc. Así mismo, el equipo de gobierno también apuntó y recogió las opiniones e intereses de los padres allí congregados. Todo ello se celebró en correcto orden. De esta manera, se trabaja mejor y la finalidad del encuentro se consiguió.
Cuando el debate acabó, se les pasó la siguiente rúbrica:
Como conclusiones sacamos las siguientes:
- los niños y las familias están muy contentos con el proyecto de la ludoteca. Hacía falta algo así en el pueblo.
- están contentos con las nuevas instalaciones y el mobiliario, el cual se adapta perfectamente a todas las edades.
- les gusta bastante los rincones que hay dentro del aula para diversas actividades.
- también están muy contentos con el personal que allí trabaja. Es del pueblo y de confianza.
- la idea es buena y ya se realizan varios talleres y actividades para varias edades.
- aunque ven que aún hay poco material. Poco a poco se irá añadiendo más.
Es un proyecto joven pero estamos seguros de que se sacará mucho partido de él durante años.